Diabetes en perros y gatos

Este 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes.

🔹 Es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. La más común es la diabetes tipo 2, generalmente en adultos, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina.

Más y más personas están siendo diagnosticadas con esta enfermedad y parece que nuestras mascotas se ven afectadas de manera similar. La incidencia de diabetes en perros casi se ha duplicado en los 10 últimos años y en gatos, el aumento fue del 18%.

🔹 La causa y los síntomas de la enfermedad son los mismos tanto en perros como en gatos; sin embargo, hay diferencias:

  • La diabetes en los perros es muy parecida a nuestra diabetes tipo 1. Es una deficiencia absoluta de insulina y los perros afectados deben recibir insulina de reemplazo por el resto de sus vidas.
  • En los gatos, la enfermedad es similar a la diabetes tipo 2 en las personas; se necesita insulina, pero con un buen manejo y una dieta adecuada, la enfermedad puede entrar en remisión. Cualquier mascota con mayor ingesta de agua y micción deberá hacérsele exámenes de sangre y orina para identificar la causa.

Los padres de perros y gatos diabéticos deben estar alertas ante cualquier síntoma que sugiera que su enfermedad ya no está siendo controlada. Estos incluyen signos generales de enfermedad, pérdida de peso, sed y desorientación. Si hay dudas sobre qué tan bien se está manejando su diabetes, visita al veterinario para realizar una curva de glucosa en la sangre. Esta prueba mide sus niveles de glucosa varias veces durante el día para evaluar su respuesta a sus inyecciones de insulina.

La diabetes en perros y gatos es una condición grave, pero una con la que las mascotas pueden vivir. El tratamiento adecuado se basa en el tiempo y el esfuerzo por parte de sus dueños y en una relación cercana con el veterinario.

Con el cuidado adecuado, las mascotas diabéticas pueden disfrutar de una vida relativamente normal.