Tené en cuenta que el mercado veterinario ha avanzado de forma notable, existen productos específicos para ellos que velan por su seguridad.
MEDICAMENTOS NO APTOS PARA MASCOTAS
Paracetamol (nombre comercial más conocido Zolben, Dolex)
El paracetamol pertenece al grupo farmacológico de los AINE’s (Antiinflamatorios no esteroideos).
Bajo ningún concepto puede administrarse a un perro o gato paracetamol, es potencialmente peligroso por el daño que puede causar sobre el hígado, puede darse un fallo hepático que conduzca a la muerte y también es posible la destrucción de gran parte de los glóbulos rojos.
Ibuprofeno (nombre comercial más conocido Perifar, Actrón, Ibupirac)
Se trata de un principio activo que también pertenece al grupo de los AINE’s.
El ibuprofeno es tóxico para los perros y gatos en dosis que superen los 5 miligramos por kilo de peso corporal, esto significa que un comprimido de ibuprofeno para adultos (600 miligramos) resultaría mortal para un perro pequeño o gato.
La intoxicación con ibuprofeno se manifiesta a través de vómitos, diarrea, inapetencia, fallo renal, fallo hepático e incluso muerte.
Ácido Acetil Salicílico (nombre comercial más conocido Aspirina)
Se trata de un principio activo que también pertenece al grupo de los AINE’s.
Puede ser más tóxica en gatos que en perros, por la deficiencia de cierta enzima . Sus efectos tóxicos son supresión de médula ósea, inhibición de la acción de las plaquetas (favorece sangrados), hepatitis tóxica, úlceras gástricas y acidosis metabólica. Sus efectos tóxicos son potencialmente mortales.
Benzodiacepinas (nombres comerciales más conocidos, Lexotan, Aceprax, Rivotril, Plidex, Gloriax, entre otros)
Las benzodiacepinas forman por sí solas un grupo farmacológico donde podemos distinguir principios activos como el alprazolam, diazepam, clorazepato dipotásico o zolpidem tartrato. Se trata de unos fármacos que en humanos se emplean como potentes sedantes del sistema nervioso central, prescribiéndose en caso de ansiedad, nerviosismo o insomnio, entre otras afecciones.
Algunas benzodiacepinas, por ejemplo el diazepam, es utilizada en el tratamiento de la epilepsia o la ansiedad, no obstante únicamente un veterinario puede prescribir el uso de estos fármacos ya que en dosis equivocadas o patologías particulares pueden resultar mortales.
Antidepresivos
No sólo afectan directamente a la salud renal y hepática, sino que pueden trastornar el adecuado funcionamiento de su sistema nervioso, resultando esto fatídico para la salud de nuestra mascota.